El pleno de victorias en las tres categorías, por primera vez en la
historia del motociclismo español, hizo que el Gran Premio de Francia
fuera histórico. Eso no sucedía desde que en 1988 Jorge Martínez Aspar
ganó en 80 y 125 cc. y Joan Garriga en 250 cc. en Assen y Brno.
El éxito de Francia vino acompañado de la firme sensación que Daniel
Pedrosa y Toni Elías pueden luchar por algo más: el título en sus
respectivas cilindradas esta misma temporada.
En 125 cc., Daniel Pedrosa se ha convertido hasta el momento en el
piloto más efectivo, una cualidad muy apreciable en un territorio donde
se mezclan ambiciosos nuevos talentos y pilotos con experiencia. En su
tercera temporada en la categoría, Dani engloba ambas características y
es, a sus 17 años, un valor sólido y claro aspirante al título mundial,
una meta que ya persiguió con posibilidades en 2002.
Pedrosa ha ocupado una de las diez primeras posiciones en 19 de las
últimas 20 carreras, y esta regularidad, junto a su resolución en los
momentos decisivos, le ha llevado a recuperar el liderato de la
categoría, que ya ocupó tras su victoria en Sudáfrica.
Con su segunda victoria consecutiva, Toni Elías dio un paso
importante en su batalla por afianzarse en el Campeonato. Con su triunfo
dramático en Jerez y humillante en Le Mans, el manresano ha neutralizado
la ventaja inicial que tenía el sanmarinense Manuel Poggiali y se ha
situado segundo del mundial a sólo cinco puntos de él. Ambos libraron
mil batallas en los 125 cc. y, en finales apretados, Elías siempre salió
vencedor. La presión es ahora para Poggiali después de su gran inicio de
campeonato.